Nuestra mascota, Globi, lleva el nombre de los calderones o ballenas piloto (Globicephala), un género de cetáceos odontocetos pertenecientes a la familia Delphinidae, también conocidos como delfines oceánicos. Este género incluye dos especies principales: el calderón común (Globicephala melas) y el calderón tropical (Globicephala macrorhynchus).
Los calderones son delfines de gran tamaño, siendo solo superados por la orca en tamaño entre los delfines oceánicos. Su distribución es casi global, con el calderón común habitando principalmente en aguas templadas y subárticas, mientras que el calderón tropical se encuentra en el trópico y subtrópico.
Estos cetáceos se alimentan principalmente de calamares, aunque también consumen peces. Son animales altamente sociales, con estudios que sugieren que tanto los machos como las hembras permanecen en grupos familiares matrilineales durante toda su vida. Además, se ha observado que las hembras que han superado la edad reproductiva contribuyen al cuidado de los jóvenes de su grupo, una característica poco común entre los mamíferos.
Los calderones son conocidos por sus varamientos masivos, que ocurren con mayor frecuencia en comparación con otros cetáceos. A pesar de su importancia ecológica, el estado de conservación de estas especies no se ha determinado con certeza, y están sujetas a la caza directa y la captura incidental en algunos países, lo que representa una amenaza para su supervivencia. Globi, nuestra mascota, representa la belleza y la importancia de estos fascinantes cetáceos, mientras que también sirve como un recordatorio de la necesidad de proteger su hábitat y conservar su especie para las generaciones futuras.